UNA NUEVA PRIMAVERA ESPIRITUAL


«Si se promueve la lectio divina con eficacia, estoy convencido de que producirá una nueva primavera espiritual en la Iglesia… La lectura asidua de la Sagrada Escritura acompañada por la oración permite ese íntimo diálogo en el que, a través de la lectura, se escucha a Dios que habla, y a través de la oración, se le responde con una confiada apertura del corazón… No hay que olvidar nunca que la Palabra de Dios es lámpara para nuestros pasos y luz en nuestro camino»

Benedicto XVI, 16 septiembre 2005


HISTORIA Y PASOS DE LA LECTIO DIVINA




INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO





miércoles, 24 de junio de 2015

Lectio Divina (Método en 10 pasos): Jueves, 25 de Junio, 2015: Evangelio según San Mateo. 7, 21-29.: (12ª Semana del Tiempo Durante el año - Ciclo B -)




LECTIO DIVINA DEL EVANGELIO DE LA  12ª SEMANA DEL TIEMPO DURANTE EL AÑO. JUEVES 25 DE JUNIO 2015. La Lectio Divina es la lectura-escucha-orante de la Palabra de Dios.

1°. ORACIÓN DE PREPARACIÓN:
Señor, me acerco a Ti en esta oración de la Palabra para construir mi vida sobre la roca firme de tu amor y no sobre la arena de la mediocridad. No permitas que me conforme con invocar tu nombre con los brazos cruzados, mis ojos cerrados y mis oídos tapados. Tengo sed de Ti, de encontrarme contigo, de dejarme guiar por Ti en esta meditación orante de la Lectio Divina. Amén

2°. LECTURA DEL EVANGELIO:
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo. 7, 21-29
Jesús dijo a sus discípulos: “No son los que me dicen: ‘Señor, Señor’, los que entrarán en el Reino de los Cielos, sino los que cumplen la voluntad de mi Padre que está en el cielo. Muchos me dirán en aquel día: ‘Señor, Señor, ¿acaso no profetizamos en tu Nombre? ¿No expulsamos a los demonios e hicimos muchos milagros en tu Nombre?’. Entonces yo les manifestaré: ‘Jamás los conocí; apártense de mí, ustedes, los que hacen el mal’. Así, todo el que escucha las palabras que acabo de decir y las pone en práctica puede compararse a un hombre sensato que edificó su casa sobre roca. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa; pero ésta no se derrumbó, porque estaba construida sobre roca. Al contrario, el que escucha mis palabras y no las practica puede compararse a un hombre insensato, que edificó su casa sobre arena. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa: ésta se derrumbó, y su ruina fue grande”. Cuando Jesús terminó de decir estas palabras, la multitud estaba asombrada de su enseñanza, porque él les enseñaba como quien tiene autoridad y no como sus escribas.
Palabra del Señor.

3°.MEDITACIÓN DEL EVANGELIO:
A. COMENTARIO INTRODUCTORIO

  • Hoy muchas instituciones sociales han perdido credibilidad por el manejo de una doble moral.
  • La misma palabra humana vale poco y los papeles firmados no son más un firme aval.
  • Desde esta experiencia humana estamos llamados a vivir nuestra fe.
  • La afirmación de Jesús es rotunda: «No todo el que me diga: ‘Señor, Señor’, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial».
  • Esta afirmación nos pide responsabilidad en nuestra condición de cristianos, al mismo tiempo que la urgencia de dar buen testimonio de nuestra fe.
  • Nuestro compromiso de fe es valioso y no puede limitarse solamente a bellas palabras, sino que debe fundamentarse en la autoridad de las obras, impregnadas de un amor al estilo de Jesús.
  • Jesús es Aquel que posee autoridad moral por excelencia. Hace lo que dice y dice lo que hace con total transparencia.
  • Teoría y práctica confluyen coherentemente en el modo de obrar de Jesús y esto despertaba asombro en sus conciudadanos.
  • Esa es precisamente la invitación a sus seguidores.
  • Que respaldemos con la vida de cada día nuestras palabras y nuestros discursos, y de ese modo seremos creíbles.
  • Desde la coherencia de nuestra vida también los ambientes en que nos movemos podrán alcanzar coherencia de vida.
  • La coherencia evangélica necesita de la apertura a la gracia
  • para que Dios nos regale la unidad interna que necesitamos.
  • No son las palabras ni las oraciones sin compromiso, ni la pura acción, sino el trabajo por vivir según el Proyecto de Dios sostenidos por su gracia.
  • Nuestra oración debería expresar siempre nuestro deseo de obrar el bien y la petición de ayuda, porque reconocemos nuestra debilidad para lograrlo.
B. REFLEXIÓN DEL PAPA FRANCISCO.
Cristo nos pide permanecer en su amor. Hay dos criterios que ayudan a distinguir el verdadero amor del que no lo es. El primer criterio es: el amor está más en los hechos que en las palabras, no es un amor de telenovela, una fantasía, historia que nos hacen latir el corazón pero nada más, está en los hechos concretos.
Jesús avisaba a los suyos: «No los que dicen ‘Señor, Señor’ entrarán en el Reino de los Cielos, sino los que han hecho la voluntad de mi Padre, que cumplen mis mandamientos».
El verdadero amor es concreto, está en las obras, es un amor constante. No es un sencillo entusiasmo. También, muchas veces es un amor doloroso: pensemos en el amor de Jesús llevando la cruz. Pero las obras de amor son las que Jesús nos enseña en el pasaje del capítulo 25 de san Mateo. Quien ama hace esto, el protocolo del juicio: Estaba hambriento y me han dado de comer, etc. Las bienaventuranzas, que son el programa pastoral de Jesús, son concretas.
El segundo criterio del amor es que al amor se comunica, no permanece aislado. El amor da de sí mismo y recibe, se da esa comunicación que existe entre el Padre y el Hijo, una comunicación que la hace el Espíritu Santo. (Cf Homilía de Papa Francisco, 7 de mayo de 2015, en Santa Marta).

4°. ORACIÓN: Dialogo con el Divino Maestro
Señor ayúdame
Señor ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes.
Y a no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles.
Si me das fortuna no permitas que pierda la felicidad.
Si me das fuerza no permitas que pierda la razón.
Si me das éxito, no permitas que pierda la humildad.
Si me das humildad, no permitas que pierda la dignidad.
Ayúdame siempre a ver el otro lado de la medalla.
No me dejes inculpar de traición a
los demás por no pensar como yo.
Enséñame a querer a la gente como a mí mismo
y a juzgarme como a los demás.
No me dejes caer en el orgullo si triunfo.
Ni en la desesperación si fracaso.
Más bien recuérdame que el fracaso
es la experiencia que precede al triunfo.
Enséñame que perdonar es lo más grande del fuerte.
Y que la venganza es la señal primitiva del débil.
Si me quitas la fortuna, déjame la esperanza.
Si me quitas el éxito, déjame la fuerza para triunfar.
Si yo faltara a la gente, dame valor para disculparme.
Si la gente faltara conmigo, dame valor para perdonar.
Señor, si yo me olvido de TI, Tú no te olvides de mí.
(María Eugenia Ochoa Medina)

5°. CONTEMPLACIÓN: Silencio ante la Palabra.
6°. CONSOLACIÓN: Es sentir íntimamente el "gusto" de la Palabra de Dios.

7°. DISCERNIMIENTO: Pensar y Discernir la Palabra.
¿Cómo hablo y actúo en mi vida como cristiano?
¿Qué lugar ocupa la Palabra de Dios en mi vida?
¿Cómo concreto el mandamiento del amor en mi vida personal, familiar, laboral, etc.?

8°. COMPARTIR: Comparto la Palabra.
9°. DELIBERACIÓN: Tomo una decisión concreta iluminado por la Palabra.

10. ACCIÓN CONCRETA: Propósito del día.
Hoy haré esta oración desde lo más hondo de mi corazón: "Padre Santo, dame el don de construir mi vida sobre la roca firme de tu amor".

SANTOS DE HOY - PIDAMOS LA INTERCESIÓN DE TODOS ELLOS
-Maternidad Divina de Nuestra Señora, declarada en el Concilio de Efeso en el año 431
-San Adalberto o Adelberto de Egmond, Diácono y Abad
-San Antidio de Besanzon, Obispo y Mártir
-San Agatón de Alejandría, Mártir
-San Diógenes, Mártir
-Santo Domingo Henares, Obispo y Mártir
-San Francisco Do Minh Chieu, Catequista y Mártir
-San Galicano de Alejandría, Mártir
-San Guillermo de Vercelli o Goleto, Monje, Ermitaño y Confesor
-San Máximo de Turín, Obispo
-San Moloc (o Luano) de Escocia o Rosemarkie, Obispo
-San Pedro (David) de Murom, Esposo y Mártir
-San Próspero de Aquitania, Monje Seglar
-San Próspero de Reggio Emilia, Obispo
-San Salomón I de Bretaña, Rey y Mártir
-San Sosipatro de Berea, Discípulo de San Pablo
-Santa Columba de Magné, Virgen
-Santa Eleonora o Leonor de Provenza, Reina
-Santa Febronia (Eufrosina) de Murom, Esposa y Mártir
-Santa Febronia de Nisibe, Virgen y Mártir
-Santa Lucía, Mártir
-Santa Lucía de Roma, Virgen y 22 Mártires
-Santa Macrina de Magné, Virgen
-Santa Orosia o Eurosia de Jaca, Mártir
-Santa Pazanne (o Perseverancia) de Poitou, Virgen y Mártir
-Santa Tigris o Tecla de Maurienne, Virgen

San Cayetano Errico, ruega por nosotros

"Oración a San Miguel Arcángel"
San Miguel Arcángel,
defiéndenos en el combate diario.
Sé nuestro amparo
contra la perversidad y asechanzas
del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú Príncipe de la Milicia Celestial,
por medio del divino poder, arroja al infierno
a Satanás y a los otros espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
para la perdición de las almas.

Amén.